Tierna criatura del mundo,
pequeña y desmenuzada
por la justa alimentación
Tan feliz entre tu sonrisa caramelo
y la mano que estrangula mi dedo
Tus ojos se disparan de curiosidad,
negro carbón de tu mirada que observa
con gracia que no hay
ninguna diferencia.
Entre tu chocolate de piel
y lo incoloro de la mía
Mis pecas se confunden
con el color de tus piernas.
Tu pelo lleno de caracoles negros del desierto
disimulan tener
hambre
Fina, suave tacto, perfecto encanto
Nariz chafada, de boca sonrosada
Acaricias mi mano y espalda
Violeta, pronto tu
madre te reclama.
Me saludas contenta con tu manita de muñeca
y dibujas una mueca
de sorpresa
Se ha desvestido la pereza
Así empezaba la tarde
Miel condensada al despertarme del descanso.
Perdida entre manos y pies diminutos,
pero sobre todo perdida entre sonrisas infantiles,
néctar de la esencia de animar mi tarde
La inocencia ha remitido
y entre las frases de políticos nefastos me he perdido.
¿Qué será de un mundo en el que vale más esa palabra que la
persona humana?
Violeta dice adiós .
Bonita, llena de energía, te mereces un vida.
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