jueves, 9 de diciembre de 2010

Menta, fresa y limón

Tiempo de verdades
que espero sean perecederas.
Sabor de inmensidad azulada,
mejilla y suave mano.

Quiero sentir deslizar tu menta
con sabor a fresa por mi sangre de limón.
Poder rozar cada mañana tu grano de paciencia
con mis ansias por la vida.

Juntar la pasión por la verdad
por el conocimiento irreflexivo
de las cosas que acontecen
con tu mundo de numerales e integrales
sin sentido para mí en las pantallas de lo infinito.

Ya sin zozobrar como barco a la deriva,
anclada a la mano de la menta
que tiene sabor a fresa
y necesito que circule por mi sangre de limón.

Con la seguridad de que lo que existe
no es un disfraz de mono con tirabuzón.
Sino más bien una realidad incandescente
que crece fuerte y nunca miente.

Superar lo insuperable
hasta perderme en el sin sentido flujo de miradas adivinas.
Olvidando durante horas
que el mundo duele si no estoy contigo
desde que amanece el sol por el oeste de mis sentidos.