lunes, 21 de marzo de 2011

La odisea de la paz

Arrolladores y rencorosos bombardeos luminiscentes
verdes despertares para los que en silencio  sufren los estruendos
tanques voraces por disparar sin objetivo
Vocabulario amenazante por esconder realidades
que sustituyen las verdades
como muertes por suaves daños colaterales
Y palabras espeluznantes
como guerra por ‘Operación Amanecer Odisea’.

Odisea el apagar las vidas de los que lloran por la libertad
porque si los ríos de sangre descansaran por segundos
sería cuando los callados temblarían,
al escuchar el susurro lejano del misil descender
Y es entonces cuando la tierra se agitaría sin tsunami que se suceda
Pues lo que el cielo va a ver son nubes,
no de humo sino de fuego incandescente.

Lo que sin duda va a pasar
es que las palomas blancas se van a desviar del lugar
para volar en otras zonas
donde sus plumas puedan moverse sin heridas.

Odisea es la de la paloma blanca que va a llorar
porque su espacio de vuelo se va a ver reducido de nuevo.

                                                      Hoy la paz es un poco más pequeña.

lunes, 14 de marzo de 2011

Siempre queda esperanza


Bajo el arrollador ritmo del mar sin piedad, que retirado kilómetros atrás, amenaza con despertar su furia de nuevo y, por encima de la atenta mirada de las piezas del puzzle que se mueven intentando encajar, una criatura de nariz chafada aparece bajo los montones de despojos resquebrajados por los estruendos y los violentos movimientos. El soldado lo coge en brazos y sonríe suavemente, porque bajo las casas alicaídas por la bestialidad de la naturaleza, sigue un pequeño rastro de esperanza para los que aún consiguen respirar. Pequeña, has tenido suerte. Ánimo Japón.

martes, 8 de marzo de 2011

El lugar


Cuando el viento huracanado sople en la estirpe de la aurora
entonces pensaré en la vicisitud de quedarme solitaria
mirando al cielo y viendo las esponjosas telas blancas de arrecife de coral
con sus peces voladores haciéndolo girar
imitando el ronroneo de un gato al reposar

Cuando el sol brille cortado en lo bajo del gran manantial
y se disponga a acostarse entre las sábanas azules de cristal
entonces pensaré en la persona que me quiere acompañar
que empuja el navío que nunca ha de volcar
porque remar contra ventisca es fácil si sabes nadar

Cuando la nieve descienda del manto incoloro de espuma
y se deposite sobre la tierra del labrador al orquestar
entonces pensaré en la perfecta coyuntura de la compañía en soledad
que se tumba sobre el colchón de puntos marrones donde acaba el mar
respirando profusamente lo que dice el que no debe callar

Cuando la nieve caiga bajo un sol de viento huracanado
entonces dejaré de pensar porque ya habré encontrado mi lugar