lunes, 31 de enero de 2011

La vida teñida de azul

Azul. Olas que parecen tumbar al mayor barco y sirenas que no existen si no es cantando. Verde. De las montañas arbóreas, espolvoreadas de blanca suerte. El vestido largo e impoluto se pasea por la orilla mientras vuela por el borde de la ola. El castaño del pelo parece casi rubio por el sol que se resbala por entre los finos pelos que lo poblan. Y pisa la arenisca huella del paseo vespertino. Mirará el horizonte de nubes y sentirá el frío del invierno. Se abrazará a si misma con la chaqueta de lana de su abuela. Y pensará en el futuro, sintiendo miedo de permanecer en la penumbra y no conseguir lo anhelado desde la espina. Cuando el viento sople la suerte hará que vire su fortuna y desde su propio barco se agarrará fuerte al primer poste. Se sentará en el suelo y esperará el primer golpe. Hasta que el viento se convierta en brisa y la tormenta en sol radiante y ella pueda volver a lucir su vestido de joven y se sonría orgullosa de haber podido calmar a los truenos agresivos. Se repetirá la misma historia una y otra vez hasta llegar a buen puerto. Aunque tranquila de saber que el viaje no es por placer, que muchos como ella navegan, algunos desde hace tiempo, otros desde hace nada, pero siempre con la mejor de las esperanzas. Porque la vida siempre es mejor en compañía.

Voy a ahondar aún más en tu alma

Voy a ahondar más aún en tu alma. Digan lo que digan los murciélagos del día y los pájaros de la noche. Sabré si eres mío antes de que anochezca en esta playa, sin marismas devastadoras, con miradas casi ciegas, con hechizos de tristeza. Voy a seguir caminando en la brisa matutina porque siento nostalgia por no haberte tenido antes. Volaré hasta lo más alto sin chocarme con lo tuyo pero mezclándome en nuestras vidas cual ventisca en la tormenta de la mar calma. Resucitaré de las arenas movedizas y esbozaré mi leve sonrisa cuando al final de un horrendo día recuerde que no estoy sola en mitad de la aurora.

martes, 25 de enero de 2011

Señales de humo

Aparentemente la ley antitabaco no ha causado más molestias que las de trasladar algunas mesas y sillas a los exteriores de los establecimientos para que los fumadores no dejen de ir a tomar un café. Leire Pajín, Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, comentaba al poco tiempo de la puesta en marcha de la ley, que su aplicación no está teniendo complicaciones.

La ley va a facilitar las cosas a las personas que estén pensando en dejar de fumar. Por el momento los datos, antes de la aplicación de la norma, muestran que sólo el 27’5% de los fumadores han intentado dejar de fumar alguna vez, y sin embargo el 45% de los que lo intentan, no aguantan más de una semana y sólo una cuarta parte consiguen dejar el hábito más de tres meses. Por consiguiente solo un 4’3% consigue su objetivo. El hecho de que en los establecimientos públicos no se pueda encender un cigarrillo al tiempo que se habla con los amigos y se toma una cerveza o un buen café, va a tener consecuencias, sin duda, en aquellos bares y restaurantes que no tengan espacio suficiente para adaptar una zona en el exterior que esté destinada a dicho fin. Cabe destacar además el incremento de estufas para exterior desde la puesta en marcha de la ley antitabaco. Ahora más de uno se lo piensa antes de sentarse en la mesa en la intemperie con el frío del invierno y la incomodidad de no poderse quitar el abrigo. Tal vez de este modo, algunos deciden no fumarse el cigarrillo y entrar, a pesar de que sus ansias no pueda ser satisfechas. O posiblemente si deciden sentarse fuera, el café se lo tomen un poco más rápido.

Lo que esta claro es que para dejar cualquier hábito es imprescindible la fuerza de voluntad, las ganas de hacerlo y el ambiente en el que sueles moverte. No tendrá mucho sentido que en los bares, restaurantes, exteriores de hospitales y alrededores de parques infantiles no se pueda encender un ‘pitillo’, si luego en tu casa los otros no facilitan que lo hagas, es decir, que fumen delante y que llenen el ambiente de ese humo que sin duda, será una gran tentación. Es decir, que la nicotina produce la adicción pero el entorno y el  contexto social refuerzan el que se produzca ese comportamiento. Para que el nivel de nicotina se mantenga, los fumadores intentan ajustar el consumo de modo que alcancen la máxima estimulación posible para evitar la ansiedad y el síndrome de abstinencia. Pero con la frecuencia del consumo se consigue regular  la cantidad de nicotina y por lo tanto el número de cigarrillos que se fuman a lo largo del día.

Por eso, ahora es un buen momento para dejar el hábito. El contexto y las circunstancias lo facilitan mucho. Aunque es verdad que hay un punto que el Gobierno debería haber tenido en cuenta, la escasa financiación que hay para terapias que persiguen dicho fin. Sólo dos autonomías, La Rioja y Navarra pagan a través de la red sanitaria pública las terapias. Y pese a lo cierto de las molestias que causa el síndrome de abstinencia, irritabilidad, ganas irrefrenables de fumar, dificultad de concentración, disminución de la capacidad cotidiana, cefalea, cansancio, etc. A la larga el cuerpo agradecerá desprenderse de esta sustancia adictiva que produce 50.000 muertes anuales en España, por causas directas o relacionadas con el tabaco y las numerosas enfermedades que genera, sobre todo de carácter pulmonar.

Por eso, la medida me parece de lo más acertada, porque el humo debería ser solo para hacer señales, no para ser respirado por no fumadores ni tampoco para forzar a encender un ‘pitillo’. Así que, hagamos señales de humo y tiremos la colilla al suelo.Así todos respiraremos un aire libre de humo.

lunes, 3 de enero de 2011

El corazón de la luna

Si me mandara aterrizar en el corazón de la luna
cada paso que diera marcaría la historia
y pensaría en una forma de encontrar el mar
Preservaría cada segundo
para recordar el aire de la montaña
Pero sobre todo intentaría acercarme
a la verdad oculta de su cara

Sin embargo, estoy segura que ni tan siquiera así
conseguiría dejar de pensar en ti
No podría arrastrar mi cuerpo
por la atmósfera lunar porque pesaría demasiado
No podría silbar a los siete vientos
porque tan sólo habría uno
No podría cantar en compañía
porque estaría sola en otra parte del mundo
Dejaría de sentir la energía que de la nada me estremece de repente

Si me mandara aterrizar en el corazón de la luna
Nada sería como antes
porque su interior está frío cual laguna
Estaría tan lejos del sol
que ni el eclipse me calentaría
Estaría tan alejada de la vida
que mi sonrisa moriría

Sin embargo, no podría dejar de buscar
el cráter de la angustia
para dejarlo en la parte oscura
y olvidar toda amargura
y permitirme recordar contigo mi aventura

Si me mandara aterrizar en el corazón de la luna
Sería porque nada tendría sentido
en la tierra de  las pasiones
Y es que efectivamente, estoy enamorada
enamorada de ti, enamorada de la vida

Por eso si me mandara aterrizar en el corazón de la luna
sería porque sin ti ,el mundo no sería tierra
todo sería frío como el corazón de su satélite
y entonces sólo allí tendría sentido mi existencia

Si me mandara aterrizar en el corazón de la luna
Nada sería mi sol y tú no existirías

Sanas navidades!

En la barra del bar hay un hombre de mirada perdida en un vaso de alcohol. Su cara triste contrasta con las luces navideñas de la calle, su mano temblorosa le aleja de su familia, que ni siquiera sabe que desde las 10 de la mañana está sentado en ese taburete  que lo aísla del mundo. Como única amiga y compañera de viaje, está la misma camarera de todos los días, que espera ansiosa que llegue el 25 de diciembre para quitarse el devantal y cantar villancicos con sus niños. Al mismo tiempo, sentada ante mi ordenador, a mí me llega una felicitación de estas fechas ya cercanas. Me sorprende su mensaje. Un video de una asociación de alcohólicos rehabilitados de Linares. Aparece una agenda que va pasando hojas poco a poco y en los días destacados se puede leer: ‘cena con la familia’, ‘comida con los amigos’, ‘cabalgata con los niños’. Lo mejor el mensaje final: ¿Te vas a perder todo eso? Son fechas complicadas para los que sentados en la misma mesa que todos, no pueden o no deben tomar un sorbito de champagne. Las costumbres no ponen las cosas fáciles. Pero no por ser costumbre significa que se tengan que seguir al pie de la letra, de hecho por serlo, casi siempre son irracionales y no tienen demasiado sentido.  Y en referencia a la felicitación navideña. Ya he destacado en muchos de mis artículos la relevancia que creo que las tecnologías tienen en este mundo de las adicciones, para bien y para mal. Y debo destacar una más de las cosas buenas que tienen. Las asociaciones se han lanzado a las redes sociales, sobre todo en facebook y la labor es excepcional. Mensajes de apoyo, textos de cariño, compartir lo que cada uno hace desde su pequeño rincón de España. Las redes sociales son en este caso reflejo de lo que se ve en cada reunión de alcohólicos rehabilitados, en cada jornada y congreso, sólo que este espacio les permite hacerlo de un modo diario y no sólo puntual entre asociaciones y personas. La navidad parece hacer surgir aún más esa humanidad que caracteriza a los que forman parte de la rehabilitación, tal vez porque han aprendido a valorar muchas más cosas, las que realmente importan.

El año nuevo nos traerá muchas cosas buenas, desde mi perspectiva. El 2 de Enero la ley antitabaco entrará en vigor. Respiraremos un ambiente no contaminado por el humo del cigarro y los ojos dejarán de picarnos por la cargada atmósfera de los bares o restaurantes cuando vamos a comer. Ya se consiguió algo limitando los espacios en algunos lugares o permitiendo que los dueños eligiesen si querían un espacio de trabajo libre de humo, pero ahora se da un paso más, importante por la salud de todos. A partir del 2011, los cubículos destinados a los fumadores sólo se podrán habilitar en lugares como casinos, bingos y salas de juegos. Los espacios exteriores a los centros de educación como colegios o institutos estarán también libres de humo. Buena idea porque ¿Qué sentido tiene hacer prevención dentro de los colegios si con tan sólo salir de las puertas del patio se permite fumar?

Queda camino por recorrer en el mundo de las drogas pero estas pequeñas cosas ayudan a ir avanzando. Aunque sea difícil porque está establecido socialmente, hay que conseguir que sentarse en una gran mesa llena de amigos y/o familia y que  no sea extraño no tomar vino en la comida o sidra y champagne. Rompamos con las costumbres y transformémoslas para que con el tiempo consigamos ser un poco más felices. Porque, al fin y al cabo, ese es el objetivo en la vida, ser un poco más felices. Y desde mi humilde columna de opinión, FELICES FIESTAS a mis lectores.