martes, 25 de enero de 2011

Señales de humo

Aparentemente la ley antitabaco no ha causado más molestias que las de trasladar algunas mesas y sillas a los exteriores de los establecimientos para que los fumadores no dejen de ir a tomar un café. Leire Pajín, Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, comentaba al poco tiempo de la puesta en marcha de la ley, que su aplicación no está teniendo complicaciones.

La ley va a facilitar las cosas a las personas que estén pensando en dejar de fumar. Por el momento los datos, antes de la aplicación de la norma, muestran que sólo el 27’5% de los fumadores han intentado dejar de fumar alguna vez, y sin embargo el 45% de los que lo intentan, no aguantan más de una semana y sólo una cuarta parte consiguen dejar el hábito más de tres meses. Por consiguiente solo un 4’3% consigue su objetivo. El hecho de que en los establecimientos públicos no se pueda encender un cigarrillo al tiempo que se habla con los amigos y se toma una cerveza o un buen café, va a tener consecuencias, sin duda, en aquellos bares y restaurantes que no tengan espacio suficiente para adaptar una zona en el exterior que esté destinada a dicho fin. Cabe destacar además el incremento de estufas para exterior desde la puesta en marcha de la ley antitabaco. Ahora más de uno se lo piensa antes de sentarse en la mesa en la intemperie con el frío del invierno y la incomodidad de no poderse quitar el abrigo. Tal vez de este modo, algunos deciden no fumarse el cigarrillo y entrar, a pesar de que sus ansias no pueda ser satisfechas. O posiblemente si deciden sentarse fuera, el café se lo tomen un poco más rápido.

Lo que esta claro es que para dejar cualquier hábito es imprescindible la fuerza de voluntad, las ganas de hacerlo y el ambiente en el que sueles moverte. No tendrá mucho sentido que en los bares, restaurantes, exteriores de hospitales y alrededores de parques infantiles no se pueda encender un ‘pitillo’, si luego en tu casa los otros no facilitan que lo hagas, es decir, que fumen delante y que llenen el ambiente de ese humo que sin duda, será una gran tentación. Es decir, que la nicotina produce la adicción pero el entorno y el  contexto social refuerzan el que se produzca ese comportamiento. Para que el nivel de nicotina se mantenga, los fumadores intentan ajustar el consumo de modo que alcancen la máxima estimulación posible para evitar la ansiedad y el síndrome de abstinencia. Pero con la frecuencia del consumo se consigue regular  la cantidad de nicotina y por lo tanto el número de cigarrillos que se fuman a lo largo del día.

Por eso, ahora es un buen momento para dejar el hábito. El contexto y las circunstancias lo facilitan mucho. Aunque es verdad que hay un punto que el Gobierno debería haber tenido en cuenta, la escasa financiación que hay para terapias que persiguen dicho fin. Sólo dos autonomías, La Rioja y Navarra pagan a través de la red sanitaria pública las terapias. Y pese a lo cierto de las molestias que causa el síndrome de abstinencia, irritabilidad, ganas irrefrenables de fumar, dificultad de concentración, disminución de la capacidad cotidiana, cefalea, cansancio, etc. A la larga el cuerpo agradecerá desprenderse de esta sustancia adictiva que produce 50.000 muertes anuales en España, por causas directas o relacionadas con el tabaco y las numerosas enfermedades que genera, sobre todo de carácter pulmonar.

Por eso, la medida me parece de lo más acertada, porque el humo debería ser solo para hacer señales, no para ser respirado por no fumadores ni tampoco para forzar a encender un ‘pitillo’. Así que, hagamos señales de humo y tiremos la colilla al suelo.Así todos respiraremos un aire libre de humo.

2 comentarios:

  1. Yo opino que sí es una ley que ha causado molestias. Para empezar los pequeños empresarios ya lo estaban pasando mal por la crisis, y esta medida viene en tiempo desacertadoss: Dueños de bares y estanqueros son los principales perjudicados económicamente. Lo que es super injusto son las reformas que se hicieron para hacer en los bares zonas de fumadores y zonas de no fumadores, que ahora se han echado a perder ¿tanto gasto para el diablo? ¿Acaso a alguien le molestaba elegir si era fumador o no fumador antes de sentarse a comer?
    Lo que tiene que hacer el gobierno es mirar más por los autónomos que son al fin y al cabo los que crean beneficio, en vez de hundirlos en la miseria. Primero deberían de preocuparse por la economía y luego por lo demás, y que sí... que a largo plazo va a reducir enfermedades y costes hospitalarios... si todo eso está cojonudo... pero no era ahora el momento de llevar a cabo esta reforma, ni tampoco de que fuera tan drástica. Yo no soy fumadora pero lo he sido, y entiendo que esto es un país libre y que cada uno puede elegir entre lo que quiere y lo que no, pero no está bien dedicarse a "imponer" porque esa palabra no es válida en las democrácias sino en las dictaduras.

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  2. Hola Daialian,
    Es cierto todo lo que dices de que las reformas que se hicieron para fumadores y no fumadores en los bares y restaurantes se quedan ahora en saco roto y es posible también que el Gobierno no haya acertado la aplicación de la medida. Tú opinión es tan válida como la mía, aunque yo sigo pensando que era una medida necesaria. También es verdad que es drástica y que los fumadores posiblemente se vean 'atacados' por tal imposición. Sin duda, es un tema polémico y que ha causado opiniones de todos los colores.

    Un saludo y gracias por el comentario :D

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