jueves, 28 de octubre de 2010

De submarinos y sirenas está hecha la mar

Submarinos
Los veo desde fuera
respirando bajo el agua
si suben mis ojos lo siguen
si bajan mis aletas lo esquivan.

Buceo
Esquivando la corriente
pero a veces es demasiado fuerte
y me tira
me arrastra donde no quiero.

No puedo salir a la superficie
allí hay tormenta
Bajo el agua no
todo es tranquilidad
Al menos no hay viento
aunque sí marea.

En la superficie no hay nadie
abajo me siento acompañada
aunque el submarino me pueda golpear
sé como apartarme.

Los peces me sonríen
las algas me abrazan
y las otras sirenas me susurran
que puedo llegar a cualquier lugar
del inmenso mar.

Así que me animo
y sigo nadando
nadando sin parar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Un mundo paralelo

Paso por el bar de la esquina de mi casa, el de los cristales trasparentes que me permiten ver su interior. Allí está la mujer de vestimenta a tonos verdes, la misma de todos los días. Moneda en mano olvida que a su alrededor existe mundo. El carro de la compra parece marginado en un rincón. Su dueña no podrá llenarlo de comida porque se va a gastar hasta el último céntimo en la máquina tragaperras.
El hombre del quinto consume su pensión en el mismo bar con copas y la dichosa máquina. Su nieto tira de su pantalón desde el suelo sucio de colillas.

Sigo paseando por el barrio. En la misma acera del bar hay un ciber, siempre con la puerta abierta. El primer ordenador siempre está ocupado. El chiquillo no puede dejar de mirar la pantalla. Su mundo paralelo se limita a un espacio irreal por el que se mueve con su avatar.

En el banco de la placeta donde los niños juegan hay una joven con un móvil. La red social es para ella un mundo de contactos tecnológicos. Se ha olvidado que hay gente de verdad a la que poder tocar o con la que poder hablar. De forma compulsiva entra al facebook para ver si le han contestado a sus comentarios, al correo electrónico, a los foros, etc.

Ni la mujer, ni el hombre, ni el chiquillo ni tan siquiera la joven ven más allá de su obsesión por el juego. Carecen de un abrazo, olvidan las caricias y poco a poco se sumergen en un mundo de introversión, olvidan el motivo de su existencia y su baja autoestima les hace recurrir al juego para buscar sensaciones que no saben obtener de ningún otro modo. Han olvidado una de las principales características humanas, la sociabilización, el contacto con otros. Ser sociales se ha convertido en una fobia.

El 29 de Octubre es el Día Mundial sin Juegos de Azar. Una adicción, como todos sabéis, que es cada vez más frecuente entre el público joven. El causante internet, los móviles, es decir, las nuevas tecnologías en general. Se trata de un problema de salud pública contra el que debemos luchar, del mismo modo que intentamos combatir la adicción a cualquier droga. Entre un 1% y un 3% de la población adulta tiene problemas con el juego, algo preocupante si sumamos la mayor incidencia, como ya hemos comentado, de los jóvenes. En total un 60% de los afectados son hombres, frente a un 40% de mujeres. Y el principal causante son las máquinas tragaperras.
Javier Fernández-Montalvo comenta en una entrevista en ‘Infocoponline’, que en muchas ocasiones los que acuden a consulta como adictos a internet, no lo son en realidad, sino que más bien son ludópatas que han encontrado en internet el medio para saciar sus necesidades de jugar.

Hasta 1975 no se empieza a hablar de la ludopatía (adicción al juego), como una enfermedad. Pero en estos momentos y desde 1980, el DSM (Manual diagnóstico y estadístico sobre trastornos mentales e la Asociación Americana de Psiquiatría), propugna unos criterios de diagnóstico comunes a cualquier adicción, en este caso sin sustancia, pero con las mismas características de tolerancia, abstinencia y dependencia, con las consecuentes pérdidas materiales, sociales y de salud para la persona.
La forma de ser de esta persona y una sociedad excesivamente competitiva, harán que se desarrolle esta conducta que requiere, en muchos casos, un tratamiento específico y especializado para superarla.

Marcar un día al año, contribuye a recordarlo y a incrementar la conciencia social hacia un problema que vivimos muy de cerca.

martes, 19 de octubre de 2010

A diez centímetros

A diez centímetros
de la mar y la tormenta.
Con media lengua
mordiendo la impaciencia.
Conteniendo pensamientos
que me hacen explotar.
Se borra de mi mente
lo poco bueno de la gente,
actitudes agrias y dolorosas de verdad.

Quiero aprender
a dibujar el arco iris,
a ver los colores ocultos
y a coger la goma de borrar
y poco a poco
eliminar los nubarrones.
Pintar el cielo de un azul eléctrico
y tumbarme en la espigosa hierba
donde me aleje de huracanes sin sentido.

domingo, 3 de octubre de 2010

Los mil recuerdos

Vagan
Los recuerdos vagan
como gotas de agua
deslizándose por la ventana.

Lloran
Los recuerdos lloran
como las nubes de otoño
como las ramas en la aurora.

Vuelan
Los recuerdos vuelan
como la paloma blanca
serpenteando la placeta.

Olvidan
Los recuerdos olvidan
como las personas mayores
como las que quieren sonreír.

Crecen
Los recuerdos crecen
como los niños pequeños
como las semillas de melón.

Viven
Los recuerdos viven
en las mentes adolescentes
en los despertares verdes.

Ayudan
Los recuerdos ayudan
a revivir lo ocurrido
a enfrentar el presente.

Recuerdan
Los recuerdos recuerdan.
Recuerdan que vagan,
que lloran, que vuelan,
que olvidan, que crecen,
que viven, que ayudan,
recuerdan que recuerdan.