miércoles, 9 de diciembre de 2015

Fins i tot...

Fins i tot la pluja sona a magia
quan en el moment més inesperat
convertixes un desig i anhel de segles
en un instant detés que sap a glòria

Fins i tot el teu alé
fa que m’apasione encara més una vida
de la que ja estaba enamorada
que m’oblide del dolor i la por per tornar a confiar

Sembles haver baixat el blau del cel
per dibuixar un somriure borrat
Sembles haver detés el temps
mentre observe eixa línea indivisible de mar i cel

Fins i tot la bojeria més sincera
sembla un fet sensat i digne
La teua mà sobre el meu rostre
el bes més etern i càlid de la història



Pense cuidar, compartir, respectar, regalar, entregar, abraçar i besar
el més bell somriure iluminat



Gràcies per fer-me reviure 

sábado, 14 de noviembre de 2015

La inoperància del present

La pertinença dels pensaments
fa temps que ja no és teua
L'exclusivitat del meu cor ha retornat
a ser sols meua
I tu amargat per ser i viure
ja no despertes en mi eixe amor ceg
que solia convertir-te
en un company de vida inadequat
Ves-te’n lluny amb la teua melangia del passat
amb els teus anhels angoixats de desig futur
amb la teua inoperància del present
Viu amb algú que sàpiga comprendre la teua presencia absent
Has despertat en mi
sentiments tan contraris
que en ocasions vaig creure
estar molt boja
Vaig donar un gerro ple
i vaig rebre mitja indiferència
Ja no queda compassió
ni tristesa per l’elecció
sols una ràbia passatgera
que enterraré per estimar-me millor
Caldrà que aprengues de la vida
que si no la valores
trau la mà per fer-te fotre
La bifurcació dels camins ja s’ha fet efectiva
i jo torne a ser feliç
després d’un malson produït per Afrodita

miércoles, 21 de octubre de 2015

Árboles pelados en otoño


El árbol del otoño quedó descubierto a corazón abierto y mojado por la lluvia. Helado sin su abrigo de hojas. Quedó así, triste un tiempo. Acompañado de otro como él, con la sutil diferencia de su forma pero también húmedo, pelado y con el corazón al descubierto. Hablaron de veranos y primaveras y lloraron ramas con el viento mientras acogían ardillas en sus huecos. 
Pero entonces llegó, sin esperarlo, el invierno. Sus ramificaciones secas se inundaron de nieve. Hacía frío y se sentían solos aunque se tenían el uno al otro. Un buen día mirando al suelo vieron que la hierba se iba quemando del frío blanco, quedando trozos hechos tierra. Entonces comprendieron que si las hojas de sus ramas caían era para poder soportar mejor el invierno y prepararse para poder crecer en primavera y lucir verano.
Así ambos árboles pelados sonrieron y bailaron juntos, dejándose llevar por el viento, soportando la incómoda humedad bajo un extraño disfrute del momento. Una incómoda humedad seguida de invierno, tapándose el uno al otro para hacer más ligero el tiempo.

Dedicado a mi árbol pelado :)

jueves, 1 de octubre de 2015

Hoy me ceno el mundo

Y cuando levanto la cabeza recuerdo el motivo de mi existencia. La razón que tengo para sonreír y levantar el vuelo. Para perderme entre los árboles que cantan y la lluvia que se derrite a mi paso. Y cuando levanto la cabeza veo esa montaña junto al reflejo de mi misma en el cristal. Y entra la canción de Coldplay, me acaricia mi perrita, me viene una palabra, veo una fotografía de mi hermano, otra de mis amigas. Y entre tanto dolor que ya voy enterrando, levanto la cabeza y veo la inmensidad de un verde pintado de otoño, de una taza de café caliente, de una conversación de bar con un amigo, de un clavel rojo en mi ventana. Y valoro un recuerdo y escribo un cuadro y pinto un poema, y paseo y respiro. Y me pierdo y me encuentro. Y me preparo la comida para cenarme el mundo.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Tazón humeante

Un tazón humeante urde la tarde sombría de nubes bajas. Una sonrisa chirría en la tristeza más absoluta para ejercer de viento huracanado. Para esquivar las gotas y secar las ramas. Un pensamiento repetitivo se diluye, dejando paso a un plan mejorado en el que la soledad ha dejado de ser vacía. El salitre se ha vuelto de un dulzón perfumado de otoño mojado y mi presencia ha dejado de empequeñecerse por tu ausencia. Ando con un paso aún poco firme por no encontrar camino con salida. Por no poder vivir de las letras hechas titular. Por levantarme cada mañana con una esperanza pisoteada de oportunidades esquivas que a veces parecen tan lejanas. Y aun así y pese a todo las flores más bellas nacen del mar de dificultades más saladas. Y vivo rodeada de manos firmes que me recuerdan que la paciencia es una virtud y el valorar lo intocable un privilegio de pocos. Porque si me cuesta a veces respirar es por los desencantos que han hecho trizas un corazón dispuesto a amar contracorriente. E incluso así perdono los errores sumergida aun en un dolor puntualmente extraño y desconcertante lleno de incomprensión. Un dolor cada vez más tenue y borroso. Y entre todo esto siguen en mí las ansias de mejora, de lucha profesional, de demostrar al mundo que soy buena letrista del presente, que merezco una oportunidad.

martes, 11 de agosto de 2015

Llueve a mojado

Llueve a mojado
Soleado a seco
Huele a viento
Sopla a ausencia

Se parte el cielo
a rallas grises
Caen las nubes
a matices

Se disfraza el tiempo
a aroma
Te conviertes amor
a otra cosa

Me alejo ya
a un impás
Te dejo ahora
a tu aire

Llueve a tu mojado
Soleado a tu seco
Huele a tu viento
Sopla a tu ausencia

jueves, 23 de julio de 2015

Andando con mi sombra

Levanto un pie. Sutilmente y sin pensarlo, lo apoyo en el suelo sucio de la calle. Despacio, muy despacio, se levanta la pierna de atrás, haciendo ese juego de rodilla inconsciente. Se produce entonces un movimiento rotatorio dirigido al mismo suelo sucio. La pierna se deja caer. Y cambia el peso del cuerpo, esta vez apoyado en el pie contrario. Debería así poder avanzar, y sin embargo, mi sombra ha quedado pegada como un chicle, allí estirada. Me giro. La miro y me sonríe con la malicia de quien no te deja hacer lo que quieres por perversa diversión. Me agacho y empiezo a despegar la cabeza, mientras ella ríe a carcajada suelta y yo lloro de impotencia. Con burla levanta una de los brazos sombra y me saluda con sorna. Enrabietada me dispongo a coger la mano, aprovechando el movimiento, y ella de forma automática se pega de nuevo al suelo y ríe más alto. Intento que mi enfado no crezca y me dispongo de nuevo a intentar avanzar. Sin mirarla levanto de nuevo el pie derecho, pesa, aunque no tanto como la primera vez. Descansa el pie en el suelo y me dispongo a levantar el izquierdo. Vuelve a suceder lo mismo. La sombra se ríe de nuevo, esta vez hasta suelta un par de lágrimas. Noto un calor interno que me enrojece la cara y le doy un manotazo voluntario lleno de ira en el pecho de la sombra. Sin embargo, me hago daño y la sombra sorprendida imita mi manotazo para acabar de nuevo riendo. Me siento estúpida por querer herir a mi propia sombra, a la que no puedo lastimar por ser lo que es, una sombra.  Me apoyo en la pared más cercana y me quedo mirándola. Ha dejado de reír, como si le preocupara lo que estoy pensando. Le digo con calma que quiero avanzar y que no puedo hacerlo si ella no me acompaña porque es el reflejo de mi misma. No me responde. Me reincorporo e intento de nuevo un avance, aunque sea pequeño para sentir que puedo andar aunque solo sea unos pasos. No lo consigo. Me giro y veo que la sombra con cierta tristeza en su expresión mueve la cabeza de lado a lado. Suelto un suave pero firme ‘Por favor’. No me responde. Con un sofocante calor, decido sentarme en el suelo y permanecer allí callada, acompañando a la sombra, esa parte de mí que ahora no comprendo pero sin la que no puedo andar. Y tras mucho mucho rato, me doy cuenta de que la cabeza empieza a despegarse del suelo, se levanta como una pegatina despegada, poco a poco, sutilmente. Entonces la miro. Su expresión es más tranquila. Ya no es malvada, ya no es burlona, ya no es triste. Sonríe levemente mientras me mira ella a mí también. Y entonces me doy cuenta de que el sol está derritiendo aquello que hacía que estuviera pegada al suelo. Y comprendo que tengo que esperar un tiempo con paciencia a que ella esté lista para poder seguir imitando mis movimientos.

Enloquecida

Tumbada en el suelo con la mirada perdida en el cielo, me siento  abierta en canal, aplastada por la más grande de las losas, mojada por la lluvia más fina y trasparente. Y cuando por voluntad me incorporo, algo me retiene y me empuja de nuevo a permanecer allí quieta. Ausente. Callada. Sola. Y me enfado con el mundo, por injusto. Con él, por idiota. Conmigo, por no levantarme y seguir corriendo mientras sonrío.

Mis movimientos se enlentecen como nunca, mi alma llora un vacío desconocido. Y me planteo si este no será el dolor más profundo jamás sentido. Un sufrimiento paradójicamente bello por su significado. Un malestar odioso e incontrolable que me sumerge de repente de nuevo en un mar sin fondo cuando el día anterior ya parecía flotar en la superficie. Sin embargo, sé lo bonita que es la vida y disfruto los ratos que yo misma me permito revivir. Y por eso me molesta este estado de vigilia nocturna y desasosiego diario. Porque es como si de repente hubiese olvidado cómo disfrutar de las vistas de una Barcelona iluminada desde lo alto, de una estrella susurrante desde el cielo, de una música viajante entre árboles.

Escaparía de todo, me iría a la otra parte del mundo y me perseguiría la pesadez que arrastro desde hace tiempo, porque no puedo escapar de mi misma. Estoy rabiosa como nunca antes. Triste como nunca antes. Ensombrecida como nunca antes. Nostálgica. Melancólica. Cabreada. Contenta. Estremecida. Enfadada. Desasosegada. Desesperada.

Enloquecida.

La soledad cómplice de mi alma

Hoy me he vuelto a levantar extraña
Con un vacío infinito
Con un mordisco tosco en el pecho
Pensando en vaciar la casa
Esta vez de mudanza solitaria

Hoy me he vuelto a levantar extraña
Con la pesadez del andar
Con ojos caídos y húmedos
Pensando en restablecer la vida
Esta vez por mi cuenta

Hoy me he vuelto a levantar extraña
Con tu imagen en mi mente
Con los momentos en el recuerdo
Pensando en seguir sin eso
Esta vez con la soledad cómplice de mi alma

viernes, 17 de julio de 2015

Buena persona como meta

Voy a ir sacando cada dolor
En forma de letra convertida en palabra
Trasformada en frase
Que unida construya un texto
En prosa
En poema
En canción
Para así sanar un alma herida
Sin rencor
Llena de agradecimiento por lo que sucedió
Convencida de dejar atrás a una buena persona
Que no quiso herirme pero se equivocó

Voy a ir sacando cada dolor
En una habitación de Barcelona
Sobre la mesa de un comedor
Improvisado escritorio
Convertido en calor
De invierno
De hielo
De desamor

Voy a sufrir en alto
Para llorar en bajo
Para andar para arriba
Y suavizar lo de dentro
Para no morir de angustia
Y sonreír de cerca en el espejo
Y verme bonita y lista
Suave y bella
Buena persona como meta

Rotura, fisura, fractura

Rotura un desgarro resquebrajado
Cosido a puntadas con dolor
Ausente en la vida pasión
Parada en ventana tormenta
Valiente acción la estación
Parada respiro sin aire
Cae en el suelo corazón
Venido de un tiempo bonito
Quiebra fractura interior
Limpieza de un cambio anterior
Sin prisas ni pausas dolor
Decidida al camino mejor
Tormenta de viento menor
Solucionando problemas amor
Cansada habladuría pasado
Fisura silencio reposo
Ausencia que sana temor
Escala dura construyo
Viento en prosa busca alegría
Olas borran huellas amargas
Para poder seguir viendo el sol

jueves, 16 de julio de 2015

No puedo respirar

No puedo respirar
Me despierto en un extraño mundo
En una extraña vida
En la que ya no estás
Y aunque la decisión ha sido mía

Me duele
Me destroza
Me derrumba
Me desequilibra
Me derrama lágrimas

Ando extrañamente aliviada
Sabiendo que es lo mejor
Sin poder sonreír por lo que creo que fue algo valiente
Huir de una infelicidad que apareció de golpe y sin sentido
Y aunque la decisión ha sido mía

Me duele
Me destroza
Me derrumba
Me desequilibra
Me derrama lágrimas

Todo lo que fue, dejó de serlo
Cuando la vida se convirtió en angustia
Y el día a día en penumbra
Cuando mi corazón se abrió en canal
Y aunque la decisión ha sido mía

Me duele
Me destroza
Me derrumba
Me desequilibra
Me derrama lágrimas

Cojo aire
Suelto aire
No puedo respirar

martes, 16 de junio de 2015

Unos segundos

Y el mundo se detuvo. El semáforo se contuvo. La respiración cesó por segundos. Las personas se quedaron quietas a la espera de un saludo. El tiempo paró. El planeta dejó de girar. Solo escuché un latido fuerte de un corazón herido. Tan solo una persona tenía vida en mitad de una calle congelada por segundos.

Me esquivé a mí misma y la gran losa me aplastó.

Y de repente volví a ver el semáforo cambiando, la gente andando, mi respiración en movimiento, mi corazón palpitando, mi vida en cambio. Y el silencio momentáneo se convirtió en ruido infinito sobresaturando mis sentidos. Haciendo rodar una lágrima en una explosión puntual, en un tiempo ilimitado, en un lugar indefinido.

Tú.

martes, 9 de junio de 2015

El viento sopla y yo le contesto

Estuve bajo un manto pusilánime
de difícil comprensión
Pero al tiempo ya me encuentro a flote
conseguí salir del mar
caminar sobre la arena
y tumbarme al sol
relajada y aquejada de vida
Aprendí mucho en poco tiempo
lo que me hundió durante siglos
resultó pasar en días
Y ahora puedo respirar de lleno
Andar de día
Dormir de noche
Y seguir sin esperar
El viento sopla
y yo le contesto

He decidido vivir

He decidido vivir
Disfrutar de la sonrisa de un niño en el parque
De la brisa entre los árboles
Del pájaro junto a mi ventana
De la montaña lejana
De un libro
De este poema
Del poema de otros
De una canción
De la mirada de una amiga
Del abrazo de un padrazo
De la mano de una madre
De la palabra de un hermano
De una palabra escrita a lápiz
De los motivo para reír
He decidido acostumbrarme
No a la soledad sino a mi independencia
No al llanto sino a la fortaleza
No a la amargura sino a la destreza
No al callado sino al habla
No a morir en vida sino a vivir con ansia
Quien me entienda que me siga
Y quien no que desespere
Esta es ahora mi vida
Mía, como ha sido siempre
Mi decisión
Mi libertad
Mi sonrisa
Mi acaricia
Mi deseo de compartirla o no
Mi escritura
Mi revista
Mis amigos
Mi familia

miércoles, 3 de junio de 2015

Sola, en la más grande compañía

Los aprendizajes de la vida
me inquietan y molestan
me hunden en un mar trasparente
en el que veo mi propio cuerpo sumergirse

Y cuando salgo para coger aire
me ahogo con mis lágrimas
sencillas y calladas pero destructoras

Siento un peso insostenible
un desasosiego ingrato con el mundo
un hastío tedioso al llanto incontrolable

Un incontrolable deseo de hablarte, tocarte, besarte

Un irrefrenable acto por preguntarte y abrazarte

Solo me quedan las teclas del desahogo
y los lametazos de lo que es de ambos
Me quedan los helados amigables
Las sonrisas y abrazos de mis padres

Las manos de tantos
Los refugios de muchos
Y sin embargo, siento vacío
siento algo incompleto

Rasgado el corazón
me queda un sinsentido extraño
al que aún tengo que acostumbrarme

Sola, en la más grande compañía

El precipicio

Puede que nunca antes me haya sentido caer desde un precipicio ficticio dentro de mi propio corazón. Estrellarme contra el suelo antes de tocarlo. Contener el aliento para poder creer lo que está ocurriendo.
Puede que nunca antes me hubiese enamorado de verdad.
Y aquí me encuentro en una tarde de película. Con la tormenta del cielo y la lluvia cayendo al ritmo de mis lágrimas. Posadas sin embargo con la compresión de una situación difícilmente salvable. Porque el amor no lo puede todo. Porque más allá también está la vida plena, formada por otras tantas cosas.
Me siento tranquila por aportar todo lo que puedo y nerviosa por poder perderlo a él. Con el que construí una vida y parte de mi ser. Me siento sin respiración, ahogada en mi misma, pendiente de lo que puede suceder.

Y voy viendo pasar situaciones y vivencias y me pregunto si existe esa felicidad plena que él quiere y tanto desea. Hasta hoy pensaba que yo la poseía, pero si no es compartida, se diluye, como el azúcar en el agua, como la sal de mis lágrimas.

jueves, 7 de mayo de 2015

De lado el enfado


Dejaré de lado el enfado
Para poder seguir subiendo  la pendiente
Intentaré cantarle al sol
Y escribir sobre mis muertes

Unas veces por rabia contenida
Y otras por incomprensión aparente
Tras la lucha, la desdicha
De un futuro inerte

Volaré entre tus labios
Para contenerme en el enojo
Y esperar que el mundo cambie
Sin regalarme esa sonrisa

Trazar la línea fina
Entre el trabajo prerevolucionario
Y la injusta manera de pagar por el oficio
Siendo un poco la muerte de mi alma

Como acostumbran a ser estos días
En los que necesito el consuelo tras la espada
La muda por el verte
El enfado tan hiriente

miércoles, 22 de abril de 2015

Esa mano


Esa mano compañera que desfila entre las cuerdas de la creación de notas suaves o estridentes. 

Esa mano enamorada que amanece acariciando mi oreja y pelo despeinado.

Esa mano sonriente que anda junto a la mía en las tardes de pareja confidente. 

Esa mano grande que acapara la taza de café en las tardes lluviosas. 

Esa mano que decide compartir un rato de serial televisivo con superhéroes humanos. Como tú y yo, rescatadores de vidas débiles, que se convierten en familia. 

Esa mano que me ha dado tanto. 

Esa mano con la que comparto mesa, cama y vida. 

Esa mano que me ha hecho pensar que no le necesito pero que incluso sin necesitarlo, he querido elegirlo como compañero de camino.

domingo, 22 de marzo de 2015

Somriure al vent

He deixat esvair
l'alé del respir
entre el so incansable
d'un riu centenari

He deixat reposar
l'energia que em dona vida
per un temps limitat
a l'incandescent reflex

He deixat de viure
per un instant suspés
per poder reviure
molts més anys enlaire

He deixat acariciar
suaument la mà
sobre la superficie
banyada i queda

He deixat
que aquest so natural
invaeixca el timpa
de la meua orella

M'he quedat aquí queta

He gaudit del no silenci

I he regalat el més bell somriure al vent




sábado, 3 de enero de 2015

Letargo redomado

El auge de la consternación
deja un camino vacío
con múltiples opciones de decoración
A veces como humanos
sucumbimos al abismo
por una inercia rebotada
Sin caer en la cuenta
de las ventajas evidentes
que se encienden como faros
Aunque no me guste asistir 
al derrumbe de Troya
he visto en su interior el caballo de inferioridad
Por eso, huyendo del contagio
decido seguir andando lenta
dejando atrás el letargo redomado

Ya llegaré,
aunque tenga que construirme cada paso