Me envolvía una manta de silencio nocturno en el otoño
estival con ansias de invierno. Rota la manta por un leve tintineo musical,
acompañado de espuma pintada de olor a rosas, de las velas pequeñas, de
tranquilidad grande. Con uno de mis rizados cabellos despeinados cayendo por la
cara.
Cansada de ver pasar un camino con meta lejana. Intentando
comprender cómo algunos rompen sueños nobles de quienes con trabajo y esfuerzo
no han llegado aún donde desean. Enrabiada por los impunes sujetos que quedan
en titulares de prensa como corruptos héroes. Enfrascada en una profesión
idílica y utópica que siempre da más de lo que recibe. Preguntándome, si tal
vez, es justo porque lo que da no es lo suficientemente bueno. Empeñada en
conseguir que eso cambie, sin saber aún cómo, ni conocer si algún día lo
descubriré.
Y como respuesta y origen del problema, escribo, escribo,
escribo, transmitiendo conocimientos, sentimientos y formas de ver la vida. Y
sin embargo, he dudado de mi misma, en momentos de bajeza. He dudado de mi
capacidad e inteligencia. Aún no sé si he puesto solución o si sigo dudando de
mi destreza.
Y mientras todo esto da vueltas en mi cabeza, sigo envuelta
en una manta de silencio nocturno en un otoño estival con ansias de invierno.
Rota la manta por un leve tintineo musical, acompañado de espuma pintada de
olor a rosas, de las velas pequeñas, de tranquilidad grande. Con uno de mis
rizados cabellos despeinados cayendo por la cara.
Y sin temor al futuro una suave brisa acariciará tus cabellos refrescando la mente y abriendo la ventana una suave capa de nieve cambiará la realidad y hará posible tus sueños de futuro, fruto de tu propio esfuerzo.
ResponderEliminarEntonces el sol derretirá los frios pensamientos y radiante alumbrará tus conquistas. La felicidad te envolverá para siempre.
Collons, deuries obri-te tu un blog de prosa poética...jo sòc una aficionada i després de llegir açò...jajaj Gràcies papi
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