Cuanto gustaría a más de uno poder consumir alguna copa de más y al salir de la fiesta, reunión, discoteca, etc y a continuación coger el coche. Primero evitando los efectos del alcohol y en segundo lugar, sin riesgo a que nos quiten puntos. Con esto nos metemos en las leyendas urbanas sobre qué hay que hacer cuando se ha bebido y queremos minimizar el efecto. Sin embargo, qué bonito es vivir en el país de los sueños.
Por internet se puede encontrar de todo y parece, que una también esta vez contiene el remedio idóneo. El Aloe Vera deberías saber que no es sólo una planta que se aplica a tratamientos de belleza para reducir las arrugar o el tamaño de las verrugas o incluso el dolor de ojos u oído, sino que además tiene el poder milagroso de eliminar la sensación de pesadez que provoca una alta ingesta de alcohol. Tan sólo hay que coger un trozo, esperar a que se deshaga en la boca y tragar, pues tiene cualidades depurativas.
Otro método es ingerir medicamentos como el Almax o vitamina B o masticar un chicle o colocarse un grano de café o un mentol debajo de la lengua. Aunque sin duda, a mí el que más me gusta es el de comer hierba. Si no te coge un dolor de estómago de tanto alcohol, seguro que comiendo hierba de cualquier parque, lo consigues. También se dice que correr o hacer flexiones sirve para reducir los grados de alcohol en sangre, bueno probablemente de todas las opciones, ésta sea la mejor, pero no creo que tampoco sea muy efectiva. Y la última de las que he escuchado es la de beber mucho para orinar y de ese modo eliminar del cuerpo la sustancia. Esta sí es real, pero no rápida que es lo que busca la mayoría de gente que recurre a este tipo de medidas caseras.
Esta serie de ideas surrealistas que la gente se cree, contribuyen a potenciar el consumo y a poner en riesgo no sólo su salud, sino también sus vidas, puesto que creen que aplicando algunas de las medidas anteriormente citadas están preparados para poder ejercer un control adecuado sobre sus vehículos. Un error, si tenemos en cuenta que la mayoría de esas veces ni siquiera pueden controlar el propio rumbo de su cuerpo. Estos remedios caseros que van de boca en boca o que circulan por el popular internet deben desaparecer de las mentes de los jóvenes -los que principalmente acuden a ellas- para poder volver a casa sanos y salvos un sábado de madrugada. Se trata de un trabajo sociocultural. Un vez más esa educación de la que carece la sociedad actual. Y no hace falta que diga de quién es esta tarea. Políticos, pero como ellos hacen poco caso normalmente, pues vosotros profesionales y gente ligada a este mundo de las drogodependencias y el alcoholismo. Entre todos a hacer fuerza para que un joven decida coger un taxi o subirse a un autobús urbano. Y aquí de nuevo entran los políticos, que deben establecer una infrastructura y servicio idóneo los fines de semana para que el que no se pueda pagar un taxi, tenga una segunda opción. O en su defecto, que los jóvenes sean capaces de turnarse dentro del grupo de amigos y establecer un conductor cada semana.
Pero antes de comer hierba, que busquen otra solución. Que no son borregos.
Por internet se puede encontrar de todo y parece, que una también esta vez contiene el remedio idóneo. El Aloe Vera deberías saber que no es sólo una planta que se aplica a tratamientos de belleza para reducir las arrugar o el tamaño de las verrugas o incluso el dolor de ojos u oído, sino que además tiene el poder milagroso de eliminar la sensación de pesadez que provoca una alta ingesta de alcohol. Tan sólo hay que coger un trozo, esperar a que se deshaga en la boca y tragar, pues tiene cualidades depurativas.
Otro método es ingerir medicamentos como el Almax o vitamina B o masticar un chicle o colocarse un grano de café o un mentol debajo de la lengua. Aunque sin duda, a mí el que más me gusta es el de comer hierba. Si no te coge un dolor de estómago de tanto alcohol, seguro que comiendo hierba de cualquier parque, lo consigues. También se dice que correr o hacer flexiones sirve para reducir los grados de alcohol en sangre, bueno probablemente de todas las opciones, ésta sea la mejor, pero no creo que tampoco sea muy efectiva. Y la última de las que he escuchado es la de beber mucho para orinar y de ese modo eliminar del cuerpo la sustancia. Esta sí es real, pero no rápida que es lo que busca la mayoría de gente que recurre a este tipo de medidas caseras.
Esta serie de ideas surrealistas que la gente se cree, contribuyen a potenciar el consumo y a poner en riesgo no sólo su salud, sino también sus vidas, puesto que creen que aplicando algunas de las medidas anteriormente citadas están preparados para poder ejercer un control adecuado sobre sus vehículos. Un error, si tenemos en cuenta que la mayoría de esas veces ni siquiera pueden controlar el propio rumbo de su cuerpo. Estos remedios caseros que van de boca en boca o que circulan por el popular internet deben desaparecer de las mentes de los jóvenes -los que principalmente acuden a ellas- para poder volver a casa sanos y salvos un sábado de madrugada. Se trata de un trabajo sociocultural. Un vez más esa educación de la que carece la sociedad actual. Y no hace falta que diga de quién es esta tarea. Políticos, pero como ellos hacen poco caso normalmente, pues vosotros profesionales y gente ligada a este mundo de las drogodependencias y el alcoholismo. Entre todos a hacer fuerza para que un joven decida coger un taxi o subirse a un autobús urbano. Y aquí de nuevo entran los políticos, que deben establecer una infrastructura y servicio idóneo los fines de semana para que el que no se pueda pagar un taxi, tenga una segunda opción. O en su defecto, que los jóvenes sean capaces de turnarse dentro del grupo de amigos y establecer un conductor cada semana.
Pero antes de comer hierba, que busquen otra solución. Que no son borregos.