Y ahí está mi lágrima
empujando al corazón
como una reyerta entre lo bueno y lo malo
Es lo que siento cada vez que toco la razón
y me plantea un amargo sabor a salazón
Y ahí está mi aflicción
Yo no quiero causar daño
pero las soberbias contradicciones
de las entes pervertidas
me disfrazan en horrores de mañanas sin sentido
Y ahí está mi enfado
recaído sobre el dulce relleno
que soporta mi débil existencia temporal
Y sin embargo, yo lo repito
sintiendo cierto consuelo
Quiero remediar mi par de gritos
pero sin acallar los interiores
que me guían en lo que creo y no debo olvidar
Así que aguantando quedo sin remedio
hasta que mi voz alcance la libertad de contemplar
un mundo que nunca ha de llegar
No hay comentarios:
Publicar un comentario