viernes, 18 de julio de 2014

Vacío hueco

Hay vacíos huecos que hacen eco cuando buscas a alguien que ya no puede responder. Encontrarás formas de evitar el eco con viejos muebles que sabes que aunque se inunde la cueva siempre estarán ahí como amistades. Pero no encontrarás modo de llenar el hueco por completo porque se fue quien lo llenaba por completo. Creerás que una parte de ti se ha ido con ella. Que la felicidad no es posible con su ausencia. Que no hay modo de encontrar a nadie capaz de sustituir su importante papel. La felicidad es alcanzable teniendo por bandera los valores que te transmitió y te enseñó. Te construyó como persona buena, admirable y única y tu labor debe ser demostrar cada día que eres un pedazo suyo, una ramificación fuerte y luchadora. Nadie suplirá el vacío que provoquen algunos momentos de tu vida, nadie podrá abrazarte como ella, ni admirarte como ella. Pero debes recordar que no se ha ido mientras la recuerdes, mires sus fotos, hables de ella, te sonrías recordando buenos momentos. Y aunque nadie pueda llenar ese hueco, yo contribuiré a reducir el eco que provoque un llanto de dolor o un silencio sin sentido. Prometo permanecer como un mueble viejo hasta que la madera se desgaste. Acompañarte en tus momentos más precisos. Sentarme a abrazarte o escuchar las palabras mudas o sonoras. Prometo darte la mano para disimular al máximo ese vacío hueco.


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