Si la brisa del mar
se disipa a su llegada,
amiga mía, vete lejos de la araña.
Si sus brazos te agarran
y no te dejan caminar,
amiga mía, no le cortes las piernas
pero aléjate del lugar.
Y si tus ojos se desgarran
al pensar en esa araña
de colores estridentes
que te atraen sin motivo,
vete con el mosquito, el gusano o el felino
pero no te dejes arrastrar.
Permítete reflexionar,
porque en tu propia ausencia
seguro no podrás estar.
A tí, amiga.
:O Que rallada mental. Molt bé tata ;)
ResponderEliminarEs que em donen asco les aranyes...
ResponderEliminarAla, que guay el blog, me gusta el fondo que le has puesto.
ResponderEliminarSi? Me alegro que te guste! Necesitaba un cambio, lo veía muy soso. :)
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