lunes, 23 de agosto de 2010

Ni gota para poder sonreir


Que un niño o niña nazca sano es el deseo de todo padre y la obligación de que su desarrollo sea correcto durante el embarazo es sobre todo responsabilidad de la persona que lo lleva en las entrañas. Hoy vivimos en un mundo, que afortunadamente, tiende a la feminización, o al menos debería, como explica Manuel Lucas en su libro ‘Sed de Piel. Feminizar el futuro’, en el que se defiende que el mundo con menores matices masculinos y una pizca de las ideas y modo de entender la vida las mujeres, sería un poco mejor, empezando por ser menos agresivo y por tanto más pacifista. Pero aunque el estereotipo de mujer marque que ésta es por excelencia la ‘cariñosa’, ‘comprensiva’, etc. En muchas ocasiones existen otro tipo de problemas derivados de muchos sitios; problemas familiares, de pareja, de abuso de sustancias como el alcohol, etc que dificultan que eso sea así. El próximo mes de septiembre, el día 9 para ser exactos, se celebra el día del Síndrome Alcohólico Fetal. Es muy probable que el tipo de informaciones que nos lleguen a las manos sea del tipo: ‘ La mujer no debe beber durante el mes de embarazo porque puede tener graves consecuencias para la salud del feto’. Y así es. Si las madres fueran conscientes del peligro que conlleva beber una simple caña o de las consecuencias irreparables del abuso del alcohol, posiblemente no se atreverían ni a olerlo. Los estudios han demostrado que el feto, no solo puede presentar malformaciones, sino que además puede afectar al desarrollo psicomotor y psíquico del bebé. El etanol atraviesa con facilidad la placenta y produce en el feto el mismo efecto que sobre la madre, por lo que la cantidad de alcohol ingerida se transmite tal cual de madre a hijo y además afecta al desarrollo de los órganos y los tejidos. El problema es más grande de lo que parece, por eso Socidrogalcohol y FARE celebran este día con el objetivo de transmitir a la población los efectos negativos de dicha práctica. El mensaje es claro: Consumo cero durante el embarazo. Pero volviendo al tema con el que empezamos, cierto que la responsabilidad básica recae sobre la mujer, es una unión obvia la del feto con la madre, ¿Pero no forma aquí un papel importante también el hombre? ¿O es que la decisión de tener un hijo es solo cosa de la mujer? Seguramente hace unos años sería impensable plantearse que el hombre incidiese en la educación de un hijo, puesto que entonces, eso era cosa de mujeres, pero hoy es otro cantar. ¿No debe también el hombre conocer los riesgos? Cierto que la mujer es el público objeto al que dirigirse principalmente en este tipo de campañas, pero no olvidemos a la otra parte de la pareja, sea hombre o mujer. Ellos también pueden decir: “No, no te bebas la cerveza, dentro de unos meses la disfrutarás más, sabiendo que no puede tener consecuencias sobre nadie que no seas tú misma”. Igual que la mujer forma parte ya de algunas esferas en las que antes era impensable que entrara, el hombre ha pasado a sumergirse en territorios poco habitados para él. Y el bienestar de sus hijos también es ahora tarea suya.
La sociedad científica denuncia que se trata de un problema “iceberg” porque parece menor de lo que en realidad es. Las incidencia del síndrome alcohólico fetal puede oscilar entre uno a dos de cada mil recién nacidos y el espectro puede afectar hasta un 1% en nuestro país. En muchas ocasiones pasa inadvertido porque los rasgos patológicos están un poco escondidos o que se asemejan a síntomas de otras enfermedades infantiles. De ahí la importancia que tiene diagnosticarlo, valorarlo y promover las medidas preventivas oportunas, esta última, seguramente la más importante ya que su tratamiento es muy complicado. Ya en tiempos de Aristóteles se sabía que beber durante el embarazo no era bueno, aunque no se conocía el motivo exacto. Ahora también los conocemos. Aprovechemos que tenemos más argumentos con los que difundir la idea: NO BEBAS DURANTE EL EMBARAZO.

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