domingo, 9 de diciembre de 2012

Contando las estrellas


Es la unión más preciosa que he visto en mi vida. Un  pequeño hermoso y único. Va sentando en el vagón del metro señalando la luna y contando en voz alta las estrellas. Su piel se confunde con el color de mis botas piel. Sus ojos rasgados sonríen paralelos a sus labios gruesos, como los de su padre, de un negro más profundo. No es mulato, es único y surgido de una perfecta conjunción. La muestra evidente de que el mundo está formado por miles de razas y que no importa la procedencia para seguir creciendo unidos. Seguramente sus manos  tono marrón son fruto de mucho esfuerzo, de momentos duros, que han llevado a un largo viaje a sus progenitores. Y que en un momento concreto encontraron en sus miradas la razón de ser. A ellos no les importo proceder de zonas cálidas y secas o de zonas donde gigantes olas destruyen casas y vidas. Simplemente decidieron crear lo más bonito y precioso que he visto en mi vida. Un pequeño hermoso y único de piel de color y rasgos asiáticos. Con una simpatía inmensa, con unas ganas de vivir tal, que incluso contar las estrellas, le parece un trabajo fácil. Me quiero contagiar de la belleza y rareza. Únicas. Para terminar señalando la luna y contando en voz alta las estrellas.

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