martes, 30 de octubre de 2012

Noche espeluznante


Se acerca la noche espeluznante de almas en pena vagando por las calles de aceras maltrechas. La luna se prepara para esconderse tras su manta de carbón. Por el momento el cielo solo muestra signos y rastro del paso de miles de pasajeros que volando surcan esta tierra húmeda y verde. Mientras, el colapso del sonido de la urbe invade el silencio nocturno y nos ayuda a adaptarnos a la nueva vida. En mi cabeza se repite su vocecita dulce e inocente, tocada por una situación difícil y una infancia plagada de excesiva permisividad. ‘Daaad’, repite una y otra vez con ese tono de canción pegadiza.  Su homólogo lleva horas y días, aunque intuyo también que  semanas y meses, ante las teclas desgastadas de un ordenador. Con un tic nervioso que inquieta, con un movimiento de manos que avasalla las letras, con unos mordiscos extraños que hacen entrever la fragilidad de una personalidad vacilona y mal educada. Un modo rudo de alejarse de la realidad.
Al despertar de mi sueño sin dormir, sigo en el doble autobús rojo viendo pasar árboles verdes, parques con vida salpicados de un colchón de hojas otoñales y con la poca luz de un atardecer temprano. Aunque siempre tranquila y alegre de tener la compañía de su mano sobre la mía.

1 comentario:

  1. jajajaj vaya con el niño! Eres la mejor, Mire! xé una crack! Prometo contestar a los emails!!
    Me alegro mucho de todo lo que te está pasando, ves? a la gente buena le ocurren cosas buenas ;)
    Te quiero!

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